El cuento que traemos hoy nos cuenta una historia sobre un lugar que separaban los pueblos por altas montañas, existían 4 pueblos diferentes, estaba el pueblo de la alegría, de la tristeza, de la rabia y del miedo.
El que plantea el problema es el pueblo de la alegría que se preocupa por la situación de los demás , quería que fuesen felices como son ellos, por lo que se le ocurre la idea de repartir pócimas de alegría.
Un maquinista inicia el camino pero encuentra algunos problemillas, no es tan fácil como parecía porque los pueblos no quieren cambiar su forma de ser.
Lo que nos quiere transmitir esta historia es que la diversidad de las emociones es buena y son necesarias todas para vivir. Y también debemos experimentarlas de manera que no debemos reprimir que sentimos.
"La rabia les enseña a defenderse, el miedo a cuidarse de los peligros, la tristeza a buscar ayuda, y la alegría les da energía para sentirse bien" – Ana Maria Deik y Soledad Gómez, el tren de las emociones
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